armas antiguas de la primera guerra mundial parte 2

06.11.2014 21:41

El submarino

Durante la Primera Guerra Mundial los estrategas militares dieron verdadera importancia a las batallas navales. Primero trataron con modelos que usaban energía diésel y eléctrica pero requerían ser recargados con frecuencia y solo alcanzaban una velocidad máxima de 10 nudos (18 km/h).

La primera vez que los submarinos militares tuvieron un impacto significativo en batalla fue en la Primera Guerra Mundial. Cuerpos como los U-Boot alemanes actuaron en combate en la batalla del Atlántico y fueron responsables del hundimiento del RMS Lusitania, lo que recibe buena parte del crédito de la decisión de Estados Unidos de entrar en la guerra.

La capacidad de los U-Boot para servir como máquinas de guerra útiles residía en nuevas tácticas, en su número y en tecnologías submarinas tales como el sistema de energía diésel-eléctrico que había sido desarrollado en años anteriores. Más como barcos sumergibles que como submarinos modernos, los U-Boot operaban primordialmente en superficie usando motores convencionales, usando sus baterías para sumergirse ocasionalmente y realizar ataques. Su casco tenía una sección aproximadamente triangular, con una quilla distintiva, para controlar el oleaje, y una proa distintiva. En 1916, el serbio Konjovic entró en la historia como el primer piloto que destruyó un submarino desde el aire, concretamente un submarino francés en el Adriático. Cuando vio que había supervivientes tras el bombardeo, amerizó su hidroavión y los salvó. Por esta acción heroica, el gobierno francés le condecoró el 14 de febrero de 1968 con un reconocimiento especial por el heroísmo, humanidad y compasión en las batallas marítimas. Todavía hoy hay un retrato de Konjovic salvando a los marineros en la sede oficial de la armada francesa.

La ametralladora

Su aparición cambió decisivamente el sistema de combatir, que no había sufrido grandes evoluciones desde la época napoleónica, y junto a la artillería, obligó al uso de trincheras y convirtió la guerra en líneas estáticas desde las que se lanzaban asaltos masivos de infantería contra las líneas enemigas, que normalmente acababan en masacres inútiles.

Como respuesta a la ametralladora aparecieron el carro de combate para asaltar las líneas defendidas por ametralladoras y las primeras soluciones que permiten a la infantería llevar armas automáticas para el asalto, como el subfusil o las primeras ametralladoras ligeras.

Durante la Primera Guerra Mundial, las ametralladoras eran armas pesadas, montadas sobre un trípode o ruedas al estilo de un pequeño cañón. Para resistir las ráfagas continuas sin quedar inoperativas, los cañones iban montados dentro de cilindros que eran llenados con agua para refrigerar el arma.

Las ametralladoras ligeras de la primera guerra y de entreguerras son en apariencia grandes fusiles diseñados para tiro automático como apoyo al pelotón de fusileros tradicional. Armas como la estadounidense BAR (Browning Automatic Rifle) empleada en las dos guerras mundiales

La primera arma automática eficaz fue la ametralladora Gatling, con media docena o más de cañones de fusil dispuestos en posición circular alrededor de un eje y alimentados por un cargador vertical o cilíndrico y accionada por medio de una manivela. Si bien al principio conservaba la configuración de pieza de artillería, situada en un armón como el de los cañones de la época, su perfeccionamiento la fue aligerando hasta permitir el transporte por una sola bestia de carga. Su efecto en conflictos coloniales fue un claro indicador de los cambios que las sucesivas generaciones de ametralladores iban a producir en el campo de batalla. El freno a la evolución de la ametralladora pasó a ser la mentalidad de los oficiales de los ejércitos occidentales, que la entendían sólo como un arma apropiada contra indígenas, pero inapropiada en un campo de batalla europeo.

Artilleria

En la Primera Guerra Mundial, y gracias al control del retroceso y la mejora de las cargas de propulsión, se realizan bombardeos de artillería a distancias de más de 20 km e incluso se fabrican cañones especiales con afustes montados sobre rieles de ferrocarril que pueden bombardear ciudades a 100 km de distancia, aunque el desgaste de las piezas es enorme y hay que estar cambiando la caña continuamente en este caso. El desarrollo de munición explosiva, de fragmentación, incendiaria, etc. da una potencia de fuego como nunca se había visto, convirtiendo el terreno en un erial embarrado por el que repta la infantería.

El 21 cm Mörser 10 (21 cm Mrs 10) fue el primer obús pesado, usado por Alemania en la Primera Guerra Mundial. Reemplazó al obsoleto 21 cm Mörser 99 que carecía de sistema de retroceso. Para su transporte de dividía en dos partes. Algunos obuses fueron equipados con un cañón de campaña durante la guerra. Como estaba destinado a usarse en los sitios, también se usaron proyectiles perforantes anti-concreto. En forma poco común, tenía dos palas, una fija al final de la cuna, y otra al medio de ésta, plegable hacia abajo.

Al inicio de la guerra, se encontraban en servicio 216 piezas. Fueron reemplazados por el 21 cm Mörser 16 también conocido como langer 21 cm Mörser debido a que era algo más liviano que el 21 cm Mrs 10 pero tenía un cañón más largo para un mayor alcance y otros refinamientos.

Las especificaciones de esta arma difieren según las fuentes, y se contradicen unas con otras, por lo que no pueden tomarse en consideración.